Introducción
Desde nuestra más remota prehistoria las personas hemos sellado pactos, seguido tradiciones, pintado y esculpido, utilizado y aprendido idiomas, transmitido mitos, seguido jerarquías, comerciado o intercambiado cosas, depositado nuestra fe en Dioses y religiones, obedecido normas, cumplido leyes, infringido tabúes, etc. Es decir, hemos creado, hemos utilizado, hemos conservado y nos hemos vinculado a Instituciones. Y por instituciones me re ero a todo aquel acuerdo entre un mínimo de dos personas que nos ha ayudado a relacionarnos entre nosotros, con nuestro entorno e incluso con aquello que está más allá de nuestro entorno.
Este vínculo simbiótico entre las instituciones y las personas ha determinado y modelado la manera que tenemos de pensar y el tipo de sociedades que hemos creado. Por este motivo en las próximas páginas analizaré la naturaleza de esta relación entre las Instituciones y las Personas pues considero que ser conscientes de todo lo que nos ha aportado él crear y utilizar instituciones y todo lo que hemos perdido al depender de ellas, puede ayudarnos a entender el porque de nuestros problemas como sociedad y el porque pensamos y somos de determinada manera.