Todos los gobiernos europeos han preferido una Europa que les permitiera mantener el control político de sus Estados y se han mostrado orgullosos de no haber cedido soberanía nacional.
Ahora cuando ven que cada Estado,porque puede, se preocupa únicamente de sus problema y los que van bien no quieren dejar dinero, ni ayudar, ni acordar políticas comunes, los que van mal se quejan y lamentan que esta actitud los hunde aún más.
No hemos confiado en nuestros vecinos y ahora queremos que nos ayuden… eso si, de nuevo sin renunciar a nuestra soberania nacional. Que los paises ricos nos dejen dinero que ya decidiremos nosotros lo que hacemos con él y si lo devolvemos o no.
Quizás ya es el momento de dejarnos de soberanías nacionales y trabajar por una Europa unida de verdad. Un lugar donde la diferencia entre un Alemán y un Español sea el lugar donde vive, la gastronomía y la cultura, no los derechos, libertades y posiblidades.